El otro día navegando por internet encontré que muchos expertos “recomiendan no invertir mucho tiempo en dejar a los niños en su clase.”
En realidad, y desde mi punto de vista, creo que se equivocan ya que se debe entender que los tiempos que dura el periodo de adaptación son relativos a la historia personal y social de cada niño, y es importante RESPETARLOS individualmente. Hay que tomar conciencia de que estamos construyendo un “puente” entre familia y escuela.
Luego me encuentro con esto: “en el momento que lo veas centrado; SAL SIN MIRAR ATRÁS".
La separación hasta más o menos los 3 años es algo duro. Si mira atrás y no encuentra a ese padre o madre que ha desaparecido por arte de magia, sin despedirse y sin explicación le crea angustia.
¿Cómo le sentaría a usted, siendo adulto, que un amigo se fuera de su lado sin decir adiós? ¿Dónde está la comunicación? Por este lado se debe saber y comprender que debe haber comunicación entre todos en la adaptación, y que debe ser fluida, siempre verdadera, que la puesta en palabras apoye y sostenga las acciones, si le digo al niño“ve tranquilo, mamá te vendrá a buscar luego...” el niño deberá escuchar también este mensaje con los brazos y las manos que los sostienen.
En ocasiones es factible la presencia del padre dentro de la sala durante el tiempo que haga falta. Presencia con ausencia de participación, situación que se puede resolver, leyendo un libro, por ejemplo. Esto le trasmitirá al niño seguridad, “papá o mamá están a lo suyo, están confiados, por eso no me miran a cada rato”
Según estos expertos, en el momento de la separación hay que ser fuertes,"sabes que lo va a pasar mal, pero tiene que pasar por este trance. Lo hacen todos los niños del mundo. Recuerda que éste es un momento fundamental de su maduración. Si te quedas, acabarás llorando. Lo que le trasmite es lo siento hijo mío esto es horrible y yo tampoco quiero dejarte aquí".
¿Qué pasa? Como lo hacen todos los niños del mundo, entonces nuestro hijo también tiene que pasarlo mal…. Como decía aquel: “mal de muchos consuelo de tontos”
¿Por qué nuestro hijo de 0 a 3 años ha de pasarlo mal? Quizá y según la experta es porque la “vida es muy dura”. Bueno pues si es tan dura ¿Por qué no dejarles ser niños y hacerles la vida fácil aunque sea durante tres años?
Si respetamos el tiempo individual de cada niño, como dijimos antes, no hay razón para pasarlo mal.
Para acabar encontramos esta recomendación: "Hay que coger fuerzas, ya que el segundo día suele ser PEOR porque ya saben a dónde van". Ante todo mucha calma y paciencia. La primera semana suele ser muy dura para ellos y para los padres, tranquilos, el niño acabará yendo al cole dando saltos de alegría.
¡Normal que sea peor! Si desde el primer momento vemos en la adaptación que es algo difícil y doloroso. Continuará siéndolo hasta que el niño se resigne.
Me gustaría recalcar un aspecto importantísimo del que no hablan los “expertos”, y es que hay que tener en cuenta que una situación de cambio es movilizadora como tal, y por ello debemos evitar la superposición de “eventos”, por ejemplo, despedida de los pañales, del biberón, pasar de la cuna a la cama, conjuntamente con el inicio en la escuela.
Borja Quicios Abergel